Milagros, milagros verdaderos son las conversiones que suceden por un hecho determinado. Yo, Jesús, os hablo. Hijos Míos, el milagro también sucede en la vida espiritual y hay conversiones muy grandes de pecadores empedernidos, que de la noche a la mañana, se convirtieron a Dios Todopoderoso, y ya no cambiaron su vida de conversión y no se dejaron arrastrar más por el pecado. Yo, Jesús, os hablo.
(Esas conversiones) fueron en almas que tenían alguna virtud constante en ellas, aunque vivieran en pecado mortal, ó en almas por las que se rezó mucho, ó en almas en las que se les sembró en su infancia y se le dio catequesis adecuada, porque hijos, nada de lo que se haga en el plano espiritual a cada persona, nada se pierde, pues si para vosotros existe el pasado para Mí, Dios Eterno, solamente existe el presente y todo es presente a Mi vista. Yo, Jesús os hablo.
Todo lo que recéis por pecadores o personas de mala vida, por hijos o hijas que van por sendas de perdición, todo lo que recéis, nada se pierde, si bien no veis los resultados óptimos cuando desearíais, os digo que no se pierde nada y que los rezos y sacrificios aplicados a las almas, siempre terminan dando frutos, a veces, en el último instante de su vida, o en situaciones de pruebas que soportan sin desesperarse, porque alguien rezó por ellas en determinados momentos.
Todas las almas son importantes para Mí, desde la más pecadora a la más santa, y también tenéis que rezar por las que viven en virtud para que se mantengan así durante toda su vida. Mi Santa Madre rezaba por Mi padre José para que soportara las pruebas que el Cielo les daba y para que su fe y entregas a Dios fueran perpetuos. Y Mi padre José también rezaba por su Santa Esposa, la Madre del Redentor, para que su misión llegara a buen término hasta al final. Porque hijos, todos necesitáis oraciones y es bueno que recéis unos por otros, sean pecadores o no lo sean.
A las plantas hay que alimentarlas siempre con agua y abonos, por eso, aunque una planta tenga flores y esté hermosa se debe de cuidar para que siga estándolo, y si una planta está mustia y se está secando, con más motivo se le debe cuidar, esto hijos Míos es la Comunión de los Santos, que unos recen por otros aunque no los conozcáis, porque Mis Ángeles aplicarán vuestras oraciones a esas almas por quienes rezáis y no se pierde ni una sola (oración) Yo, Jesús, os hablo.
Mi Redención fue Universal para todas las almas y para todos los siglos, y si Yo, el Redentor, el Hijo de Dios, padecí y recé por todos vosotros, vosotros debéis también de imitarme y rezar unos por otros aunque no os conozcáis, porque esa fe vuestra de saber que vuestras oraciones serán aplicadas a las almas, esa fe Me da mucha gloria. Yo Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz esté con todos vosotros y con todos vuestros familiares.
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