Durante muchos años constantemente hijos Míos, se os están dando mensajes para que leyéndolos despertéis de vuestro letargo y emprendáis una vida nueva de reconversión, con un adecuado plan espiritual que debéis cumplir fielmente. Pero muchos de vosotros leéis lo mensajes y hasta los elogiáis, ¡qué bonitos! decís, los fotocopiáis, lo repartís pero no os los aplicáis porque creéis que propagándolos ya estáis cumpliendo lo que os pido.
Hijos, con toda Mi misericordia y con la paciencia del padre que reprende una y otra vez a sus hijos, Yo os pido que os reconvirtáis y que hagáis más oración y menos fotocopias, sí hijos, sí, Yo deseo la reconversión de vuestras vanas costumbres, de vuestros vicios y superficialidad y de todo lo que os degrada, de vuestro cambio de carácter, que no seáis coléricos que nos seáis criticones, que no seáis impacientes que os conforméis con lo que os depara cada día ofreciéndolo a Dios, ese es el efecto que deseo de los mensajes, ese es el objetivo al comunicarme con vosotros por medio de instrumentos, que seáis almas de Dios y no del mundo, que seáis como ángeles en la Tierra y no tan rencorosos, y que no os améis tanto a vosotros mismos. Así que hijos que leéis estos mensajes, Yo bendeciré a quienes los pongan de este modo en práctica, y aunque agradezco a quienes los propagan, el objetivo de las comunicaciones es que cambiéis de modo de ser y de vida. Yo, Jesús, os hablo.
Es el ejemplo de vuestra vida lo que evangelizará a las almas. Os digo que si os ven como auténticos cristianos viviendo Mi doctrina tal y como Yo deseo que la vivíais, las almas de vuestro entorno se convertirán al veros y se les quedará marcado vuestro ejemplo, porque además Mi Santo Espíritu secundará vuestros ejemplos y buenas y cristianas conductas. Yo Jesús, os hablo.
Así que hijos, cuando leáis un nuevo mensaje, plantearos ese cambio, Yo os ayudaré y vuestra Santa Madre también, que nada desea más que seáis dignos apóstoles Míos, porque Ella desea que Me imitéis en todas las virtudes, de paciencia, de conformidad, de abnegación. Ya sé hijos que no llegarais a tenerlas en plenitud como Yo las tuve, pero tenéis que tender a la perfección cada día porque eso es lo que os pido y esa es la finalidad de estos mensajes y de muchos otros que circulan por el mundo.
Yo, Jesús, os hablo y os lo pido. Paz a todo aquel que leyendo estos comunicados los pone en práctica.
FUENTE: http://www.adiosloqueesdedios.blogspot.mx/
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