Hermanitos en Cristo, Guerreros de María:
En atención a un correo que recibí el día de hoy en el que una de nuestros guerreros de María nos preguntaba sobre lo que son las Jaculatorias y el porqué de su importancia, les comparto lo siguiente para el crecimiento de todos los Guerreros del Ejército Mariano:
Las Jaculatorias son ORACIONES CORTAS generalmente
de una o dos frases por medio de las cuales una persona puede mantenerse en constante oración y permite que el Cristiano pueda mantener el espíritu de recogimiento en Dios aun y cuando nos encontremos en el ajetreo de diario, mientras viajamos en el autobús, en casa mientras preparamos los alimentos, mientras nos trasladamos caminando de un lugar a otro, en el trabajo, etc. Estas pequeñas oraciones en tamaño, generalmente están llenas y son grandes en Sabiduría provocarán en su alma efectos de iluminación y conocimiento de los santos misterios cuando son recitadas con frecuencia y devoción.
A continuación les transcribo una lista de Jaculatorias que encontré en el Libro “Oraciones de Poder II”:
¡Salve, María!
¡Oh Jesús, que tanto me amas, haz que yo Te ame cada vez más!
Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al Tuyo.
¡Jesucristo, Hijo de Dios, salvador, ten piedad de mí, pecador!
¡Oh María, mi buena Madre, haz que yo ame a tu Hijo COMO Tu Lo amas!
¡Oh María, Mi buena Madre, haz que yo no muera sin recibir los sacramentos!
¡Sagrado Corazón de Jesús, yo confío en Ti!
¡Muy Sagrado Corazón de Jesús, ten Misericordia de nosotros!
¡Jesús y María, yo los amo, salven a las almas!
¡Oh Jesús nuestro, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia!
¡Líbranos Señor!
Ven Espíritu Santo, por la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, Tu amabilísima esposa.
Santísima Trinidad, yo Te adoro, Dios, yo Te amo.
Jesús, yo creo en Ti, Te espero, Te adoro y Te amo; y pido perdón por todos los que no creen, no Te adoran, no Te esperan y no Te aman.
“¿Quién eres Tú, Oh sublime , altísimo Dios mío, y quien soy yo, inmundo verme, inútil siervo Tuyo?” (San Francisco de Assis)
“!Mi Dios y mi todo!” (San Francisco de Assis)
¡Todo por Ti, muy Sagrado Corazón de Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María!
Jesús, Hijo de Dios, ten Misericordia de mí.
“A Ti, Yahvéh, levanto mi alma”
“Yahvéh, mi luz y mi salvación”
“En Tus manos mi espíritu encomiendo”
“Señor Jesús, recibe mi espíritu”
¡Santa María, ruega por mí!
¡San José, ruega por mí!
Corazón de Jesús, que tanto nos amas, haz que Te amemos siempre.
Señor Jesús, fortaléceme con Tu Santo Espíritu.
¡Oh Señor Jesús, susténtame con Tu mano poderosa!
¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús, líbranos cada vez más de las tentaciones de satanás!
Jesús, yo confío en ti, ten piedad de nosotros.
¡Oh Jesús, dame un corazón misericordioso!
Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al Tuyo.
¡Oh Jesús, santifica las intenciones de mi corazón!
Jesús, José y María, líbrennos de hacer, pensar o decir lo que desagrada a Dios.
Jesús, José y María, dennos la gracia, el gusto, el valor y la eficacia para hacer, pensar y decir siempre lo que mas agrada a nuestro Señor.
Jesús, José y María, Ilumínennos en lo que debemos decir, hacer y evitar, y no hacer lo que queremos, decimos y evitamos siempre.
Jesús, José y María, concédannos la gracia de escuchar, difundir, amar , entender y meditar, siempre y muy bien, la Palabra de Dios y colocarla siempre en práctica.
Jesús, José y María, conserven y aumenten siempre en nosotros la fe, la esperanza y la caridad.
Hermanos, cualquiera de estas Jaculatorias u otros cientos que hay son agradables a los Cielos y son consideradas como oración., es por eso que las hemos agregado en la lista de Oblaciones que podemos ofrecer por la Salvación de las almas depositándolas en su cuenta del banco de Oración del Ejército Mariano.
Finalmente, quisiera concluir con un pequeño Tip que forma parte de mi experiencia de vida y oración.
Hace algún tiempo yo decidí que quería permanecer en oración el mayor tiempo del día posible y ofrecer esa oblación por mis intenciones; entonces comencé a orar una Jaculatoria cada vez que me acordaba y que estaba inactivo o que era un “tiempo muerto” en mi trabajo y en mi vida cotidiana; pero muy pronto me encontré con el inconveniente de mi mala memoria, pues comenzaba mis actividades y aun a pesar de que tenía un “tiempo muerto” o libre para orar mis Jaculatorias, NO ME ACORDABA DE HACERLO. Así fue que decidí un día hacer una oración al comienzo del día diciéndole a Jesús que me perdonara si en el transcurso del día, por mis ocupaciones no me acordaba de orar las jaculatorias que me había propuesto, que de todas maneras el sabía que YO ORABA CON EL CORAZÓN, y fue entonces que se me prendió el foco y me puse a reflexionar sobre el SONIDO que hacía mi corazón… pum, pum - pum, pum , pum-pum, pum-pum… una serie de cuatro latidos que a mí me parecían que sonaban como si dijera mi corazón JE-SUS, PER-DON, al menos así lo escuchaba yo claramente, por lo tanto decidí que ESA SERÍA MI JACULATORIA, JESÚS, PERDON y no sería mi boca quien la repetiría a cada instante SINO MI CORAZÓN. Entonces le dije a Jesús:
Señor Jesús, permite que no sea mi boca sino mi corazón quien repita esta oración: Jesús, Perdón en cada par de latidos para que por medio de ésta pequeña y simple oración yo pueda interceder por el perdón de mis pecados y por el perdón de los pecados de mis hermanos que no te piden perdón y en reparación a tu Sacratísimo Corazón, recibe de esta manera mi humilde oblación hasta que mi corazón deje de latir. Amén, Amén, Amén.
Sé que los Cielos quedaron complacidos con esta nueva forma de Orar y desde entonces me dio una gran tranquilidad el hecho de que a partir de ese momento yo ya estaba ORANDO ININTERRUMPIDAMENTE aún y cuando conscientemente no lo dijera, ya podía estar trabajando y orando al mismo tiempo. Luego de un tiempo, le comenté a María de la Cruz mi pequeño secreto de la ORACIÓN CONTÍNUA y ella hizo la oración anterior; pero cambió su Jaculatoria, en lugar de que su corazón diga Jesús, Perdón, éste dice Jesús Piedad.
Este día quisiera Invitaros a todos mis hermanos que se tomaron la molestia de leer este documento hasta el final para que OFREZCAN EL LATIDO DE SU CORAZÓN COMO JACULATORIA POR LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS, SI GUSTAN USTEDES PUEDEN ADAPTAR SU PROPIA JACULATORIA O USAR JESUS, PERDÓN O JESÚS PIEDAD, SOLAMENTE REALICEN LA ORACIÓN QUE ESTA EN NEGRITAS AGREGANDO ANTES DEL AMEN LO SIGUIENTE:
Por la salvación de las Almas a través del Banco de Oración del Ejército Mariano. Amén, Amén, Amén.
De esta manera tan sencilla y simple, estarás colaborando con tus jaculatorias por la Salvación de las almas, pues aunque no lo creas y no lo veas, éstas pequeñas oraciones irán a parar a una cuenta especial concentradora que acumulará TODAS LAS JACULATORIAS DE TODOS AQUELLOS QUE RECEN CON FE Y DEVOCIÓN LA ORACIÓN ANTES MENCIONADA y os aseguro que todo aquel que lo haga, experimentará una paz y una tranquilidad espiritual fácilmente apreciable.
Que la Paz de Jesús esté con todos Ustedes.
En el Nombre de Jesús y por su Sangre derramada, ¡Al Combate!
Hermano José.
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