HACED PENITENCIA, PORQUE SE ACERCA EL REINO DE LOS CIELOS.

Mensaje de la Siempre Virgen maría de Guadalupe para el Mundo a través de la Vidente y Profeta del EMI María de la Cruz  En el Cenáculo de Oración por la Salvación de las Almas 

“La Sagrada Familia”

17 DE SEPTIEMBRE DE 2013

09:15 HRS.

En el amor de Dios, vengo hoy a ti pequeña Mía; para que os digas al mundo:

Cuando Juan teniendo perfecta edad, salió por las riberas del río Jordán a predicar el bautismo de penitencia en remisión de los pecados, dijo: 

 “HACED PENITENCIA, PORQUE SE ACERCA EL REINO DE LOS CIELOS”.

Y acudió a él mucha gente de Jerusalén y de toda Judea para que los bautizase confesando sus pecados (Lc., 3, 3); Mt., 3, 5).

Aquí se ha de ponderar quién movió a San Juan a estos ejercicios de predicar y bautizar, con qué espíritu lo hacía, qué cosas predicaba y con qué fruto.

Primeramente, el que le movió fue el mismo Espíritu Santo que le había llevado al desierto.  

Porque propio es de este Espíritu Divino, después que nace a sus escogidos muy perfectos, moverles a que procuren hacer perfectos a otros, y así movió a San Juan para que saliese a predicar y aparejar un pueblo perfecto para Jesús vuestro Señor, (Lc., 1, 17).

Además de esto, como había estado tantos años en la secreta bodega de los vinos de Dios, embriagándose con el vino fortísimo de la caridad, ella misma le hizo salir de aquel recogimiento para convidar a los hombres al servicio de su Amado. De suerte, que amor de Dios y amor del prójimo y la obediencia a la inspiración del Espíritu Santo, le hicieron salir a lo público y manifestarse en Israel.

Entonces decidse a sí mismos:  

¿De donde sacaré los motivos que debo tener para semejantes ejercicios, si deseo no errar en ellos?

De segunda forma, el Espíritu con que predicaba era, por una parte, celoso y terrible, como de un Elías, y por otra parte, misericordioso y compasivo, como de un Moisés, porque con los Fariseos y Saduceos, que eran más duros, mostraba gran celo con palabras terribles y amenazas espantosas, diciéndoles

 “LINAJE DE VIBORAS, ¿QUIÉN OS HA ENSEÑADO A HUIR DE LA IRA QUE OS AMENAZA? NO OS CONTESTÉIS CON TENER POR PADRE A ABRAHAM” (Mt., 3, 7),

 porque poco os aprovechará si vosotros sois malos, “Y DE PIEDRA HARÁ DIOS HIJOS DE ABRAHAM (Lc., 3, 5) EN QUIEN CUMPLA SUS PROMESAS”. 

 Pero a la muchedumbre del pueblo y a los publicanos y soldados acogía con gran misericordia, sin excluir a ninguno, dándoles consejos saludables en razón de cumplir con sus oficios, de no hacer agravio a nadie y de hacer bien a otros dando limosna de lo que tuviesen. 

De tercer modo, la materia de sus sermones era exhortar a penitencia, haciendo frutos dignos de ella (Lc., 3, 8), y a esto movía con la esperanza del premio eterno, porque se acercaba el Reino de los Cielos (Mt. 3, 2) y también con amenazas del castigo eterno, porque la segura estaba puesta a la raíz, y todo árbol que no llevare fruto será cortado y echado en el fuego (Lc., 3, 9), y Dios tiene el bieldo en su mano para limpiar la era del mundo, y el trigo, que son los buenos, recogerá en las trojes del Cielo, y la paja, que son los malos, echará en el fuego, que nunca se ha de acabar (Lc., 3, 17).

Entonces decidse a sí mismos:

 Todo esto aplicaré a mí mismo, exhortándome a hacer penitencia por estos dos títulos, esperanza de premio y temor de castigo, imaginando que quizá está ya segura la raíz del árbol de mi vida para cortarla, y que, si no me enmiendo, seré paja que ha de ser cebo del fuego eterno.

El cuarto modo, es el fruto de su predicación fue copiosísimo, porque innumerable gente de todos estados concurrían a él y le obedecían, y se dejaban bautizar con tantas muestras de humildad u arrepentimiento, que le confesaban y declaraban sus pecados (Mt., 3, 6). Y lo que más admira es que, con no hacer milagros (Jo., 10, 41), persuadía esto; porque tenía su vida por un continuo y muy señalado milagro. Por donde se ve cuán eficaz es la vida ejemplar del predicador para persuadir lo que predica, aunque sea la cosa muy dificultosa y el que lo oye muy duro de corazón.

Entonces solo os dejo este consejo:  

IMITAD A TODO AQUEL QUE FUE OBEDIENTE A DIOS VUESTRO SEÑOR Y CUMPLO SU LEY. Amén.

Os amo y bendigo,

+EN EL SANTO NOMBRE DE DIOS PADRE YAHVE,

+EN EL SANTO NOMBRE DE DIOS HIJO JESUCRISTO,

+EN EL SANTO NOMBRE DE DIOS ESPIRITU SANTO PARACLITO,

Y EN MI NOMBRE, VIRGEN MARIA DE GUADALUPE.

AMEN, AMEN, AMEN.

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