08 de Septiembre de 2012
El Inmaculado Corazón de María y yo, Noé su siervo.
Hace tiempo amados hijitos que esperaba este momento, para hablar con ustedes. Y es precisamente en este día en que se conmemora Mi nacimiento cuando Mi Señor permitió que fuera Yo quien diera este mensaje.
Hace tiempo amados hijitos que esperaba este momento, para hablar con ustedes. Y es precisamente en este día en que se conmemora Mi nacimiento cuando Mi Señor permitió que fuera Yo quien diera este mensaje.
Benditos de Mi Padre y vuestro, se llega la hora crucial para la humanidad, cómo quisiera hablar solamente del gran amor de Mi Inmaculado corazón por ustedes, pero Mi Señor desea que haga de su conocimiento acerca de los acontecimientos próximos. Desde hace tiempo se ha estado dando a conocer ¡Tantas revelaciones! acerca de los tiempos del fin, mas los hombres no creen, no hacen caso de ello, y responden acerca de lo mismo: tanto se dice en todas partes y no sucede nada, por tanto son rumores sin fundamento, mientras eso sucede hay que vivir el momento, hay que divertirnos a lo grande; cuando esto suceda pues ya ni modo.
Así responden las almas frívolas, les da miedo enfrentarse a nuestro Señor Dios, desvían su corazón a tal grado que no meditan en la respuesta y así es como al escucharles, ustedes se dan cuenta de qué tan poco valoran la salvación. Es realmente una pena y muy grande para Nuestro Señor cuando vemos a esas pobres almascarentes de todo valor moral, Él, El Corazón de Mi Hijo Jesús, sufre y sangra al ver que Su sacrificio en la Cruz no fue valorado por toda la humanidad.
Esas almas, dignas de compasión, necesitan convertirse al amor de Dios, a menudo ustedes les encuentran tan frías, que no se atreven a hablarles de Dios, y Yo les digo hoy Mis hijitos, que es tan necesario darles un golpe al corazón diciéndoles: Que Dios les ama, que no se valoren por lo material que posean, que piensen que el corazón debe llenarse de los bienes Celestiales, de los Tesoros del Reino de Dios y no catalogarse por tan poca cosa, como son los bienes materiales.
Al hacer esto, les aseguro amados Míos, que esas almas van a ponerse a pensar en lo que les digan ustedes, se sentirán mal al darse cuenta de su poco valor espiritual y cohibidas, tratarán de enmendar su opinión acerca del tema. No se amedrenten hijitos Míos, ante esas personas, aprovechen el momento y continúen hablando a ellos del amor de Dios, de las cosas que salvan, de la promesa de salvación que esta en Cristo Jesús por su muerte en la Cruz y su Resurrección Gloriosa.
Oren amados hijitos Míos por los grandes pecados de la humanidad actual. Solamente se terminarán con la venida de Mi Hijo Jesús en su Parusía, porque el mundo se ha corrompido, ustedes mismos ven cómo la violencia y el terror van aumentando día a día por las calles y llegarán a límites intolerables, mas ¿Qué pueden hacer ustedes? Solo orar, orar sin descanso, pedir a nuestro buen Dios, el Dios Uno y Trino, Misericordia para los pobres pecadores. Deben ofrecer su día con todas sus pruebas, como se les ha dicho por medio de Mi Hijo Jesús. Ofrecer sus vidas por la salvación de su esposo, su esposa, sus hijos y sus familias; así, de todos los pecadores que sí van a hacer caso, por las oraciones de los santos y todos aquellos que temen a Dios.
Al meditar por la noche en sus oraciones diarias pidan a nuestro Dios de esta manera:
Bendito Señor Jesús,
voy a descansar mi cuerpo unas horas, mas te entrego mi alma,
durante mi sueño, por cada latido de mi corazón,
por cada respiro de mis pulmones;
deseo desagraviar tu corazón,
por tanta ofensa de los hombres del mundo.
Escucha mi súplica o buen Dios,
y salva a las almas que peligran por acción del enemigo,
sostenlas y fortalécelas en su deseo de salvarse.
Compadécete de tus pobres pecadores,
es mi humilde súplica, te lo pido Jesús.
Protege mi vida, mi oración y mi entrega a ti,
me dono totalmente a tu corazón Sacratísimo
por la conversión y salvación de mis hermanos del mundo.
Si ustedes hacen esto que les sugiero, Mi Jesús estará: ¡Tan complacido!, que les hará caso, se deleitará en ustedes y les colmará de bendiciones. Les protegerá día y noche a ustedes y a su familia, a sus familiares; y ustedes estarán seguros de que están practicando la caridad y el amor así como Él lo pide en su Palabra Santa.
Dónense hijitos míos, dónense a Nuestro Dios, porque ¿a quien más podrán donarse que no sea a Mi Jesús?¿Quien les salvaría el alma que no fuera Él?¿Quien llenaría de felicidad y realización sus vidas?
Solo Él, solo el pastor de las ovejas, solo El Amor infinito, El dueño de la creación, El Salvador amoroso que prefirió morir en lugar de ustedes. ¿Habrá alguien más que pudiera hacer lo que Él hizo?
Sólo Dios, El único, El absoluto, El santo, El omnipresente, El omnisciente, omnipotente.
Yo les protejo, les cuido del enemigo, cuando andando por sus caminos, les sale al encuentro para tentarlos y perderlos, Yo, la humilde sierva del Señor, aplasto su cabeza con el poder que Mi Señor me dio. No permitiré que sus elegidos (de Mi Hijo Jesús) sean atrapados por el lobo, por el tentador y destructor de las almas; es por eso que me odia y odia a todos los que pertenecen a Mi linaje. Mas todo ese odio tendrá que ser destruido, aplastado y vencido; por el poder de Dios. Porque ¿Quien como Dios? Nadie hay ni habrá como Mi Señor Dios.
Benditos de Mi Padre y de Mi Jesús, El Santo Espíritu de Dios, Mi castísimo y Santísimo esposo, siempre esta dispuesto a ir a ustedes, siempre que le llamen, para sostenerlos en sus caídas ¿se dan cuenta de cuán protegidos están? ¿Han pensado en que la Eucaristía; Cristo Jesus: es carne, Sangre, alma y Divinidad, que esta presente como alimento para la vida espiritual del mundo y que así mismo les protege, les refuerza y les da vida espiritual para luchar contra las fuerzas del mal?
Por tanto siervos de Mi Dios y vuestro. Ustedes son muy bendecidos, aprovechen todas estas gracias de parte del Dios uno y Trino y sean valientes, luchen contra el mal, que ya está vencido. Los verdaderos hijos de Dios lo saben y lo emplean para la batalla espiritual.
Hoy más que nunca, se requiere de esfuerzo y tenacidad para ganar la salvación, que es gratuita de parte de Dios, más las obras son importantes junto con la fe para entregar al Dios Amoroso, al Dios Creador, una obra de arte, agradable a sus ojos. Púlanse hijitos Míos en la perfección y en la Santidad, seméjense al Padre Celestial que les creó para vivir en el Cielo, después de haber librado la prueba en la Tierra.
Les bendigo con Mi bendición amorosa, Yo que soy vuestra Madre del Cielo, les amo con el amor de Mi Dios y vuestro.
Él Me creó perfecta y Santa para ser su Madre, Él sabe lo que conviene para la salvación de la Creación. Él es el Santo que requería engendrarse en una mujer pura. Que fuera esclava del Señor. Yo me gocé en Mi entrega, ustedes también gócense en su entrega al Señor Dios y díganle como Yo: Hágase en Mí según Tu Palabra.
Y vivan hijitos Míos, las pruebas necesarias para su salvación.
Les bendigo y les guardo, no teman nada, ¿No están bajo Mi sombra y resguardo?, ¿No soy Yo la fuente de su alegría?, ¿Hay necesidad de otra cosa mas?
Vivan como Yo, inmersos en el amor de nuestro Dios y sean felices, esperando la Parusía de Mi Jesús, les espero acá en el Cielo, a Mi lado, pequeñitos de Mi amor.
Les bendice y les ama.
El Inmaculado Corazón de María en todas sus advocaciones.
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