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miércoles, 5 de febrero de 2014

EN EL INFIERNO TODO ES TIENIEBLAS Y OSCURIDAD , NO HAY DIA NI NOCHE

CONFIDENCIA #2

 31 de Mayo de 1998 (1:30 a 3:40 horas)  
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 Domingo de Pentecostés  
ALMA PEQUEÑA http://www.ejercitomariano.com




Habla (A):- ¡Madre de mi corazón! ¿Qué me quieres decir en esta noche o comienzo del día de Pentecostés...? Aquí me tienes, soy un pecador y no valgo nada, pero esta estampa de tu divino y puro rostro... parece que me llama y me ha sacado de la cama, para venir aquí y escribir lo que tú me inspires...

 Habla la MADRE:- ¡Hijos míos...!, los dolores y sufrimientos que tenéis en la tierra, no son nada comparados con los que sufren las almas que están en el Purgatorio... y los sufrimientos que tienen las almas en el Infierno.

 El Infierno es horrible... si pensarais un poco nada más en lo que han escrito los Santos que durante sus vidas tuvieron visiones del Infierno, de los demonios y de los condenados... Y si pensarais en lo que dicen las Sagradas Escrituras: “allí será el llanto y el rechinar de dientes...”, o sea, la amargura y la rabia que sienten las almas por haberse condenado
libremente, cuando tan fácilmente se podrían haber salvado... “allí será el gusano que nunca muere...”, o sea, la conciencia y la representación constante de los pecados cometidos que les hicieron perder la felicidad del Cielo... La sola visión de los demonios, espíritus deformes y monstruosos, es espantable.

 En el Infierno todo es tinieblas y oscuridad, no hay día ni noche, siempre oscuridad... alumbrada sólo por las llamas y las almas que arden sin consumirse, así como las que arrojan los demonios... Ríos y estanques putrefactos que dan un hedor insoportable... y así todo horrible y horroroso...

 Pensad hijos míos, que aquí en la tierra, todos vuestros dolores y sufrimientos, tienen un término, y un alivio con los calmantes, pero en el Infierno no hay consuelo... ni alivio... ni término... sino que es continúo y eterno...

 Vuestra mente no puede concebir la Eternidad, porque estáis en un mundo donde todo comienza y termina, y sólo podéis pensar que la ETERNIDAD es como un continuo presente donde nada comienza ni acaba... Pero cuando en la hora de vuestra muerte, os sintáis solos con vuestras almas... y veáis vuestro cuerpo hecho cadáver... entonces comenzaréis a sentir que sois inmortales y que la muerte del cuerpo es sólo un paso a la Eternidad.

 No os quiero asustar con mis palabras, hijos míos, aunque muchos hombres y niños de hoy, ya no se asustan de nada... Satanás ha conseguido en estos últimos tiempos con sus mentiras e imágenes... distraeros y acostumbraros a ver lo deforme y monstruoso, como algo normal y hasta distraído y bueno, agradable, simpático y divertido.

 Ha logrado sustituir vuestros gustos y deseos... lo verdadero por lo falso; la belleza de la creación por la fotografía; lo puro por lo impuro; lo agradable por lo desagradable; lo sagrado por lo profano; lo bueno por lo malo; la virtud por el vicio... y así os ha cambiado la mente, la moralidad y la espiritualidad, las tradiciones y el calendario... de modo que muchos han perdido el Norte de sus vidas... y van de acá para allá llevados por el viento de las novedades, los cambios y las modas... desviados de la Verdad de su existencia. 

 Por eso hay tantas enfermedades mentales, tanta locura y desesperación, tantos suicidios...
 El hombre de esta hora ha enfermado su mente y ha endurecido su corazón... Ha fomentado la inteligencia y ha tapado la conciencia, ha perdido el equilibrio...

 Algunos dicen que el infierno está aquí en la tierra, y otros dicen que está en la misma persona, en la mente... ¡No, hijos míos! El Infierno, como el Purgatorio, como el Cielo, son lugares muy concretos, pero no pueden ser concebidos por la mente humana más que por comparaciones de vuestro mundo visible.

 Hasta muchos de vuestros teólogos no creen más que en lo que puede comprender su razón, no creen en el misterio, ni en la Palabra de Dios, han perdido la fe... ¡pobres hijos, qué siembran...!

 Hijos míos, haced todo lo posible por no perder la fe y por evitar el pecado... ¡Apartaos y dejad todo lo que os hace pecar!

 Muchos no sabéis ya lo que es PECADO, y viven constantemente en pecado mortal como algo normal, porque otros lo hacen... y no saben o lo han olvidado, que si la muerte les sorprende en ese estado irán al Infierno para siempre.

 PECADO es faltar en algo de los Diez Mandamientos... y odiar al prójimo, el que odia al prójimo, odia a Dios y se está odiando a sí mismo...

 DEBÉIS LEER Y REPASAR LA DOCTRINA DE LA FE CATÓLICA, que también para eso vino mi divino Hijo Jesús, para instruiros y quitar la ignorancia que el hombre tenía sobre Dios, sobre sí mismo y sobre su existencia terrenal... y lo que le espera después de la muerte del cuerpo...

 Os pido hijos míos, QUE ROGUÉIS A DIOS POR VOSOTROS MISMOS... que os preocupéis de salvar vuestra alma, sois vosotros mismos... porque el cuerpo de carne es como un vestido que en la hora de la muerte tendréis que dejar aquí, pero que os ha servido para hacer el camino de esta vida terrenal y material.

   Con vuestro CUERPO habéis pecado y ofendido a Dios, y os habéis degradado vosotros mismos... Por eso vuestro cuerpo debe pasar por una purificación y una muerte.

  Con vuestro cuerpo habéis vivido las alegrías y penas de vuestra vida... En su cuerpo, la mujer, ha concebido la vida de los hijos... con el cuerpo habéis recibido y comido el Cuerpo Eucarístico de mi divino Hijo Jesucristo para alimentar vuestra alma... Con vuestro cuerpo habéis trabajado y cumplido las tareas y obligaciones de vuestro estado...

  Por todo ello, vuestro cuerpo merece un respeto y un cuidado... pero no hacer de él un dios falso, ni seguir sus caprichos... porque la naturaleza humana es muy débil para el bien, y se inclina al desorden, por el Pecado Original, de donde se derivan todos los pecados capitales que enseña la Doctrina de la Iglesia de mi Hijo...

 ¡Cópialos, hijo mío, y escríbelos aquí para que los recordéis tú y tus hermanos!





 DOCTRINA CATÓLICA
 PECADO

 · Es toda desobediencia voluntaria a la Ley de Dios, y una desconfianza en su Bondad.
 · El pecado se puede cometer de: pensamiento, deseo, palabra, obra y omisión.
 El pecado puede ser: mortal y venial.

 EL PECADO MORTAL:

 · Es una desobediencia voluntaria a la Ley de Dios en materia grave, con plena advertencia y perfecto conocimiento de lo que se hace.

 · Se llama mortal, porque mata o priva al alma de la Gracia Santificante de Dios y la hace merecedora de las penas del Infierno.

 · Es pecado mortal, por ejemplo: matar a una persona, o abortar y matar al feto voluntariamente, robar, blasfemar, cometer actos impuros, no asistir a Misa los Domingos y fiestas que ha establecido la Iglesia, etc... 

 EL PECADO VENIAL:

 · Es pecar en materia leve. No priva al alma de la Gracia, pero sí la va haciendo insensible a ella poco a poco con la repetición, y si no se corrige, la lleva al pecado mortal y a la tibieza espiritual.

 · Es pecado venial, por ejemplo: las pequeñas mentiras y murmuraciones que parecen sin importancia... la ira y arrebatos del genio natural, que puede llevar a la violencia, y que en todo caso molesta y hace sufrir al prójimo que nos rodea, etc... 

 ¿QUÉ ES EL VICIO?:

 · Es el hábito de obrar mal, adquirido con la repetición de actos de pecado.

 LOS PECADOS CAPITALES (SON SIETE)

 Se llaman pecados capitales porque son como cabezas o fuentes de otros pecados y vicios que nacen de ellos.

 1. La Soberbia: es un apetito desordenado de ser preferido a los demás.
 2. La Avaricia: Es un deseo desordenado de poseer riquezas y bienes materiales.
 3. La Lujuria: Es un deseo desordenado de sucios placeres carnales, erotismo sensual y sexual.
 4. La Ira: Es un deseo incontrolado de venganza, y desear el mal a los demás.
 5. La Gula: Es un apetito desordenado de comer, beber... (Ver: “Infierno y Abismo son insaciables, e insaciables son los ojos del hombre” Proverbios 27, 20)
 6. La Envidia: Es un pesar o sentimiento triste, de ver el bien ajeno.
 7. La Pereza: es una desgana en obrar bien y un abandono en las cosas divinas.
 Contra estos siete VICIOS o PECADOS CAPITALES, hay como remedio siete VIRTUDES:
 La Virtud: Es una disposición y hábito firme de obrar bien.

PECADOS CAPITALES Vs VIRTUDES

 1. Contra Soberbia HUMILDAD
 2. Contra Avaricia LARGUEZA Y GENEROSIDAD
 3. Contra Lujuria CASTIDAD
 4. Contra Ira  PACIENCIA
 5. Contra Gula TEMPLANZA
 6. Contra Envidia CARIDAD
 7. Contra Pereza DILIGENCIA

 (Tomado del Catecismo Ilustrado de D. Benjamín Martín Sánchez, páginas: 101-106-107)


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